Un sueño, la DOP Cebreros, convertido en realidad gracias a muchas personas: bodegueros, viticultores, hosteleros, hoteleros, artesanos, gente de turismo, todos ellos unidos con un objetivo.
El viaje no ha sido fácil, han pasado casi cuarenta años, desde que ya por los Setenta y antes de que se hicieran las Denominaciones de Origen, hubo un intento por parte de Adolfo Suarez, otro soñador, otro quijote, de proteger el viñedo de Cebreros.
Después en los Ochenta hubo otro intento incluso salió la publicación en el BOE, y más recientemente, al comienzo del siglo XXI, cuando se pusieron en marcha los Vinos de la Tierra, también Cebreros, opto al reconocimiento.
Por unos u otros motivos, en ninguna de estas fases, se pudo lograr el objetivo, fue una pena, pues de haber sido así, hoy quizás, no habrían desparecido varios miles de Hectáreas de viejo viñedo de Garnacha y Albillo.
Y fue que un grupo de soñadores, amantes de nuestra tierra, apasionados por este mundo, conseguimos poner en marcha la ASOCIACION VINOS DE CEBREROS, asociación que ya había existido con anterioridad y que retomamos, bien aconsejados por la Consejería de Agricultura de la Junta de Castilla y León, y que nos pusimos unos fines muy claros.
El grupo era complejo y heterogéneo, bodegueros, viticultores, hosteleros, hoteleros, artesanos, gente de turismo,…. las reuniones fueron largas, algunos desencuentros, pero los fines eran claros, conseguir una Denominación de Origen, para parar la descepación abusiva que se había producido, y también crear productos enoturisticos, que repercutieran en el desarrollo de la zona.
En aquellos momentos, creo que no todos creían que esto podría salir adelante. Lo realmente importante era que 35 pequeños municipios, iban a poder certificar y proteger sus viñedos, así como los vinos que se elaboraban en las Bodegas y cooperativas existentes.
Toda esto iría en beneficio de los viticultores, que verían revalorizado precio de las uvas, de sus viñedos, y así ver recompensado tanto trabajo realizado a lo largo de su vida, habiéndonos hecho llegar estos viejos viñedos a día de hoy, en un magnifico estado de conservación
Gracias a esos viticultores, que han sido verdaderos gladiadores, ya que sin apenas recompensas no se han rendido nunca, a pesar de las pocas alegrías y el mucho trabajo que les daban las viñas.
Y gracias a todos los que han creído en el proyecto, a los soñadores, a los que desde el trabajo, la ilusión y la constancia han hecho posible, que esta vez sí, el tren se pusiera en marcha , para realizar el viaje que otros, en nuestra misma comunidad, emprendieron hace tiempo y hoy están recogiendo los frutos.
Y no será hasta dentro de diez o doce años, cuando tendremos la ocasión de valorar lo que hoy estamos poniendo en marcha, será entonces cuando veamos la evolución de la D.O.P., los puestos de trabajo creados, los movimientos de población que se hayan producido, las empresas que se hayan creado, etc…
Pero una vez puesto en marcha, es necesario que TODOS, nos lo creamos.
Yo lo soñé hace años, otros se han ido apuntando al viaje, y hoy hay un futuro para muchos jóvenes que creen en el mundo rural y en nuestra comarca en particular.
Donde otros vieron viñedos abandonados, vi futuro, trabajo y oportunidades.
Frente a las dificultades, frente a los Molinos, frente a las trabas, trabajo y responsabilidad.
Con trabajo bien hecho, hemos convertido los sueños en realidad, haciendo vinos con alma que nos hacen sentirnos orgullosos.
Un granito de locura y una montaña de trabajo, han hecho posible que hayamos pasado de la descepación al posicionamiento y reconocimiento mundial de estos vinos de Albillo y de Viejas Garnachas de Altura.
Rafael Mancebo Pte. D.O.P. Vinos de calidad de Cebreros.
Bonito mensaje Rafael, ¡¡a por ello!!