La D.O.P. Cebreros en la historia

Como todas las Denominaciones de Origen, la de Cebreros cuenta con hechos históricos a los que ha dado lugar que hoy en día podamos hablar de la Denominación de Origen Protegida de Cebreros, en éste y otro próximo post os hablaremos de estos antecedentes históricos de cómo se dio lugar a una tierra tan vinculada al viñedo y al mundo del vino.

Antes de comenzar a hablar de historia, deciros que la DOP Cebreros agrupa 35 municipios de distintas áreas geográficas: El valle del Alberche, el valle del Tiétar y la Sierra de Gredos. Tradicionalmente esta zona se ha conocido como “Cebreros” en lo que al viñedo se refiere, si bien como sabéis los municipios vinculados al vino son: La Adrada, El Barraco, Burgohondo, Casavieja, Casillas, Cebreros, Cuevas del Valle, Fresnedilla, Gavilanes, Herradón de Pinares, Higuera de las Dueñas, EL Hoyo de Pinares, Lanzahíta, Mijares, Mombeltrán, Navahondilla, Navalmoral, Navaluenga, Navarredondilla, Navarrevisca, Navatalgordo, Pedro Bernardo, Piedralaves, San Bartolomé de Pinares, San Esteban del Valle, San Juan de la Nava, San Juan del Molinillo, Santa Cruz de Pinares, Santa Cruz del Valle, Santa María del Tiétar, Serranillos, Sotillo de la Adrada, El Tiemblo, Villanueva de Ávila, Villarejo del Valle. Lo que da lugar a que la zona alcance una superficie total de 1.663,16 km2.

La primera referencia histórica del río Alberche que poseemos data de la época de la denominación romana en España. Como es bien conocido, éstos construyeron numerosos puentes que permitían el paso entre ambas orillas del río, que definía el límite entre las provincias de Tarraconense y Lusitánica, algunos de esos puentes romanos aún perduran, como es el caso de los puentes de Valsordo, entre los municipios de Cebreros y El Tiemblo.

Entre los Siglos IX y XI en la zona convivieron árabes y cristianos. De hecho, las acequias y conducciones de agua que se han conservado son gracias a la influencia árabe, así como los numerosos topónimos que podemos encontrar como el del río Alberche, que procede de “al-birka”, estanque en árabe.

Tras la Reconquista de la zona centro, el rey Alfonso encomendó a su cuñado y hombre de confianza, D. Raimundo de Borgoña, el marcaje de términos, tierras de labor y establecimientos de nuevas poblaciones. Comenzó entonces la pérdida del encinar y la vegetación potencial de la zona, debido a que se comenzó la tala de bosques para conseguir madera y la posterior repoblación con pinos con la finalidad de obtener materia prima para la reconstrucción de la España de fines del Siglo XI.

Desde aquel momento, como podréis seguir leyendo en el próximo artículo, continuaron las talas de encinas debido a los diferentes intereses y necesidades de la época, lo que dio lugar a que fuesen suplantados por tierras de labor, principalmente viñedos y pinares.

Información obtenida del Estudio justificativo de la DOP Cebreros, Esteban Sánchez Maíllo, Miquel Udina Argilaga, año 2015.

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